La industria de la construcción está a punto de cambiar radicalmente

Por Roberto Toledo, MBA, PMP

Socio de Director de Alpha Consultoría y miembro del Consejo Directivo de PMI.

Es innegable que vivimos en una época de cambios drásticos, que hemos llamado disrupciones.  Cambios tecnológicos notables y nuevos gustos de los consumidores, han provocado importantes modificaciones en diferentes industrias en todo el mundo y en un período relativamente corto de tiempo.  Hay casos paradigmáticos como el de Netflix que está cambiando la forma en la que vemos televisión, Uber en la industria del transporte o Amazon que está modificando de manera importante la forma en la que adquirimos productos de consumo.  Sin embargo, estas rupturas en la forma en la que las empresas generan valor o las personas tomamos decisiones, se extienden a prácticamente todas las industrias y tienen su origen casi siempre en nuevas tecnologías de información y telecomunicaciones. Ya lo decía Mark Andressen en su famoso artículo de 2011 del Wall Street Journal, “Software is eating the world”[i], al referirse a cómo las nuevas tecnologías cambian de forma profunda y acelerada, el contexto de competencia en una industria.

Más aún, prácticamente todas las personas dedicadas a analizar la evolución de las organizaciones y los negocios, pronostican que veremos muchas más disrupciones, más dramáticas y más rápidas en los próximos diez a quince años, si tomamos en cuenta el advenimiento de una ola de cambios derivados de la robotización y la inteligencia artificial que modificaran drásticamente la forma en la que las empresas trabajan e inclusive muchos de nuestros empleos.  En un estudio que data de 2013, investigadores de la Universidad de Oxford pronosticaban ya, que hasta un 47% de las ocupaciones que conocemos hoy en día, están en riesgo de desaparecer o cambiar radicalmente[ii].  Porcentaje que, de acuerdo a varios expertos, puede ser mucho mayor en países como el nuestro (México), en donde un número importante de empleos dependen de procesos de manufactura o maquila de bajo valor agregado.

La industria de la construcción, aunque siempre rezagada en comparación con otras, no está exenta de estos cambios. Durante años este sector, a pesar de su importancia, se ha ido rezagando en comparación con otras industrias, como la manufactura, el retail o los servicios financieros.  La industria de la construcción a nivel global es muy importante. De acuerdo a datos de la OCDE y el Banco Mundial, representa aproximadamente el 13% del producto bruto mundial y ocupa 7% de la población económicamente activa.  Sin embargo, su productividad se ha mantenido preocupantemente baja durante los últimos cuarenta años. En los años 30’s y 40’s, la construcción se consideraba una las industrias más vanguardistas y revolucionarias de la época.  ¿Podríamos decir lo mismo hoy en día? Seguramente no. Y lo anterior se puede explicar, entre otras formas a través de dos hechos muy preocupantes.  De acuerdo a datos de Gartner, la industria de la construcción se mantiene entre los sectores menos digitalizados, solo arriba de la agricultura o la extracción de combustibles fósiles. También es de las industrias que menos porcentaje de sus utilidades dedica a la investigación y desarrollo con menos de un 1% en promedio, comparado a porcentajes de 5% o 6% en otras industrias más avanzadas.  A nivel mundial, no solo en Latinoamérica, la construcción parece estar en un círculo vicioso de márgenes de utilidad muy apretados, lo cual provoca poca investigación y desarrollo en innovación, lo cual provoca baja productividad y por lo tanto márgenes de utilidad muy apretados.

Hay varios caminos por los cuales las empresas pueden transitar para incrementar su productividad, tales como promover la desregulación, crear clústeres regionales o invertir en el desarrollo del talento organizacional.  Pero no hay duda que el factor más importante de mejora, es el uso amplio de la tecnología en todos los procesos de la cadena de valor.

Hemos visto diversos avances tecnológicos implementados en años recientes; en métodos constructivos, tecnificación de procesos, utilización de realidad virtual, realidad aumentada o BIM (Business Information Modeling), que han modificado algunos elementos de nuestros proyectos, pero es obvio que lo anterior no ha sido suficiente para romper con el círculo vicioso mencionado.  Sin embargo, lo que está por venir cambiará de forma radical la manera en la que diseñamos, construimos y mantenemos las obras.  Aquellos dedicados a predecir cómo las tecnologías emergentes afectarán a cada una de las industrias actuales, han identificado que las áreas de oportunidad en industrias rezagadas como la de la construcción, representan uno de los mayores potenciales de tecnificación y por lo tanto de disrupción.  De acuerdo a un análisis de Tracxn[iii], las firmas de capital de riesgo han estado incrementando de forma importante la inversión en compañías dedicadas a desarrollar soluciones tecnológicas para la industria de la construcción, sobre todo en los últimos tres años. Adicionalmente, grandes conglomerados de tecnología como IBM, Microsoft u Oracle, cada vez invierten más en herramientas tecnológicas especialmente diseñadas para las compañías de ingeniería y construcción.

De acuerdo a un estudio realizado por McKinsey & Co. y presentado recientemente en el evento Oracle Industry Connect, estos desarrollos tecnológicos podrían agruparse en 3 grupos:

  • Herramientas de productividad en la obra, que incluyen control de calidad, comunicaciones, medición de avances y productividad o gerencia y operaciones; en donde el uso, por ejemplo de drones, cambiará radicalmente la forma en la que hacemos levantamientos o llevamos a cabo el control de calidad.
  • Herramientas de Oficina que podríamos clasificar en dos subgrupos. Aquellas diseñadas para la administración de los proyectos, como herramientas de diseño, pre-construcción, 5D BIM, Digital Twins y programación de obra; y las que administran información a través de varios proyectos a nivel organizacional, como financieras, o de gestión del desempeño en donde el análisis de grandes cantidades de datos que residen en la nube, está cambiando la forma en la que tomamos decisiones.
  • Herramientas de colaboración, en donde se incluyen plataformas de colaboración, reporteo, torre de control, administración contractual y de contratos, buscando conectar a todos los involucrados en el proceso de diseño y construcción.

Más allá como ya mencionaba, veremos grandes cambios en automatización de procesos constructivos mediante el uso de robots o la utilización de inteligencia artificial para, por ejemplo, desarrollar un cronograma o hacer un plan de riesgos utilizando herramientas de cómputo cognitivas que puedan aprovechar no solo los datos generados por la empresa constructora, sino por actores externos o big data.

¿Todas las empresas se beneficiarán de igual forma de estos avances tecnológicos? La respuesta es no.  Lo que hemos visto en otras industrias es que una o dos empresas visionarias deciden llevar a cabo procesos profundos de transformación tecnológica y digitalización, separándose de forma importante e irreversible del resto de los jugadores en la industria y absorbiendo para si la mayor parte del valor del mercado.  La disrupción tecnológica es la ganancia de unas cuantas y la pérdida de muchas.

¿En cuál de los dos grupos te gustaría estar?

 

[i]https://www.wsj.com/articles/SB10001424053111903480904576512250915629460

[ii] The Future of Employment: How susceptible are Jobs to Computerization? C. B. Frey and M. A. Osborne. 2013.

[iii] Tracxn Construction Tech Startup Reports. February 2017 and January 2018.